Valentina Ramírez Avitia
- 20 sept 2022
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“La Mulán Mexicana”, “La Valentina”, “La Leona de Norotal”

Valentina Ramírez Avitia, nacida el 14 de febrero de 1893 en Norotal, Durango; nació para ser un ícono revolucionario y una inspiración feminista. El 20 de noviembre de 1910, Francisco I. Madero se lanzó en contra del dictador Porfirio Díaz. El padre de Ramírez, un labrador preocupado por la situación de su país, decidió unirse a los revolucionarios. Sin embargo, Ramírez mencionó en una entrevista con Leopoldo Avilés Meza en 1969: “Mi padre comunicó de inmediato con la familia sus deseos de luchar por la libertad de nuestros compatriotas y yo le dije que lo acompañaría, pero poco después murió”. La convicción y entrega de su padre inspiró a Valentina a luchar por su país. Pero, Ramírez se topó con un obstáculo enorme que le impedía cumplir con los deseos de su padre difunto: las fuerzas insurgentes no aceptaban mujeres entre sus filas. Aún así, ella no se detuvo ahí y creó un plan para poder llevar a cabo sus metas. Para evitar sospechas, imitó el lenguaje corporal y manierismos de sus hermanos, hablaba en un tono más grave y practicó esto por un tiempo. Finalmente, se unió a las tropas que pasaban por su pueblo y su camino comenzó. Tuvo que convertirse en el hombre que no le faltaba ser para poder ser parte de las armadas de la Revolución.
En noviembre de 1910, recogió su cabello en trenzas, las escondió debajo de un sombrero, se hizo llamar Juan Ramírez y se unió al grupo de maderistas que seguían al general Iturbe en su lucha para retirar a Díaz del poder. Ingresó oficialmente a la Revolución Mexicana el 12 de enero de 1911, manteniéndose en las fuerzas del General Ramón F. Iturbide, donde tenía el grado de soldado. Siendo una mujer de personalidad fuerte, fue sumamente respetada entre sus colegas quienes seguían siendo engañados por la apariencia de Ramírez. El personaje de Juan era un mero velo para eliminar prejuicio sobre las habilidades y verdadero talento de Valentina. Participó en la toma de Topia, Tamazula del 20 al 23 de mayo de 1911. Alcanzó el grado de teniente tras la victoria durante un combate en el puente Pumarejo en Culiacán. Dicho combate terminó con la destitución del gobernador Diego Redo. Esta promoción ocurrió menos de un año después de que se uniera a las fuerzas insurgentes, lo cual demostró su talento en combate y sus habilidades de liderazgo para guiar tanta gente a la victoria.
Todo parecía estar bien tras conseguir tantas victorias y rendir honor a la patria mexicana. No fue hasta que, en un momento de descuido, un compañero notó sus trenzas y las sospechas comenzaron. Se pensó que era una espía, pero no fue hasta un poco después que descubrieron que Juan Ramírez no era quien decía ser. Al descubrir que Ramírez en realidad era mujer, fue expulsada del regimiento. Recibió felicitaciones por su valentía, pero eso no pudo evitar su inevitable retirada. En 1964 fue reconocida por la Secretaría de Defensa Nacional como Veterana de la Revolución del primer grado y recibió la Condecoración al Mérito Revolucionario. “Me llena de satisfacción y de orgullo pues después de haber servido en el ejército maderista como soldado raso, no obstante, mi condición de mujer, a los 70 años veo que bondadosamente se me toma en cuenta”.
A pesar de haber recibido estos reconocimientos y felicitaciones, la cruda realidad de la vida de Ramírez después de la Revolución es muy difícil de afrontar. Al regresar a casa, fue rechazada por sus hermanos al no haber estado para la muerte de su madre. Tuvo que irse y se casó con un coronel, quien lamentablemente murió poco después. Quedó completamente sola. Comenzó a pedir limosna fuera de una iglesia, ya que no pudo ser candidata para una pensión como militar. Terminó trabajando como empleada doméstica y después lavando ropa. Murió sola y en pobreza a finales de los años 70.
Sin embargo, al intentar hundir sus esfuerzos y olvidar el gran impacto que tuvo en los grupos maderistas de la Revolución mexicana, gracias a canciones (como el famoso corrido “La Valentina”), películas y la famosísima salsa Valentina (creada en su nombre) que se hicieron sobre su gran historia prevaleció su legado y es en artículos como estos que seguimos hablando de ella. Son nombres de mujeres como ella que merecen ser repetidos a través de la historia para seguir inspirando a las futuras generaciones de mujeres. Son mujeres como ella a quienes debemos de darles el reconocimiento que merecen y que no se dio en su momento. Son mujeres como ellas que crearon el camino para que, mujeres como nosotras, sigamos sus pasos y no dejemos de luchar.
Valentina Ramírez Avitia tenía 17 años en 1910, cuando luchó en la Revolución Mexicana.
Referencias
Castro, N. R. (2021, 19 octubre). Valentina Ramírez, la guerrillera que inspiró el nombre de la famosa salsa. El Financiero. Recuperado 16 de septiembre de 2022, de https://www.elfinanciero.com.mx/food-and-drink/2021/10/19/valentina-ramirez-la-guerrillera-que-inspiro-el-nombre-de-la-famosa-salsa/
González, P. (2020, 3 abril). Valentina Ramírez Avitia: la historia de la Mulan mexicana. GQ. Recuperado 16 de septiembre de 2022, de https://www.gq.com.mx/entretenimiento/articulo/valentina-ramirez-avitia-historia-mulan-mexicana
Sirouyan, CS. (2020). Valentina Ramírez Avitia tenía 17 años en 1910, cuando luchó en la Revolución Mexicana. Clarín Internacional. https://www.clarin.com/internacional/historia-valentina-ramirez-avitia-mulan-mexicana-revolucion-origen-salsa_0_HvPzNcryA.html
Sirouyan, C. (2020, 2 abril). La historia de Valentina Ramírez Avitia, la «Mulán mexicana», heroína de la Revolución cuyo nombre dio origen. Clarín. Recuperado 16 de septiembre de 2022, de https://www.clarin.com/internacional/historia-valentina-ramirez-avitia-mulan-mexicana-revolucion-origen-salsa_0_HvPzNcryA.html (REFERENCIA FOTO)
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