Toma de la CNDH

Aquel día que nuestras hermanas tomaron un edificio del gobierno

dieron un mensaje, un grito.

No titubearon ante la crítica social o posibles amenazas de la policía, ellas tenían algo por lo cual estar allí y sabían que si no hacían ruido, nadie las iba a escuchar y semejante ruido hubo, que el sonido dió la vuelta al mundo.

La toma de la CNDH, no fue un mero evento sino un símbolo de cómo sobrevivir, diría Vivir Quintana: al sororo rugir del amor, entre amigas y familia.

Cada pintura en las paredes del edificio está puesto con lágrimas por las que nos fueron arrebatadas y de las que aún no encontramos, de las cuales

al presidente no le importamos, ni ellas, ni nosotras

hasta que pierde la comodidad de nuestro silencio.

La toma de la CNDH no fue un día más, fue historia e inspiración de que somos mucho más poderosas de lo que nos han hecho creer y de que

unidas somos más fuertes.

Recordemos este día 💜

N.G.C