La deconstrucción de género siendo parte de la comunidad LGBTQ+
- Natalia González C.
- 17 jul 2022
- 4 Min. de lectura
La deconstrucción es un proceso de análisis del cual, hemos hablado muchísimo en nuestra hermandad de Girl Up FAPSI UANL. Se trata de una introspección profunda como mujeres feministas para discernir entre el sinfín de imposiciones que hemos tenido desde que se anunció nuestro sexo. De manera que evaluamos con cuales decidimos vivir y qué otras mejor cambiar para tener una vida más apegada a nuestros valores feministas guiándonos así, a una sociedad con más igualdad y equidad de género. No obstante, para muchas mujeres feministas este reto puede ser más intenso formando parte de la comunidad LGTB+ porque esta deconstrucción no sólo impacta en nuestros valores e ideales sino en nuestra forma de vivir, amar, identificarnos, expresarnos…
Asimismo, el género se refiere a la clasificación de acuerdo al conjunto de características comunes que poseen entre personas, es una construcción social y por lo general se ve de manera binaria: género masculino y femenino. Sin embargo, es muy importante mencionar que cada quien tiene su identidad de género, refiriéndonos a la manera en que cada persona siente y se identifica (donde en el caso de muchas personas no coincido con el sexo asignado al nacer). Es muy importante añadir que no solo es la identidad sino, la expresión de género lo que se muestra externamente a través del nombre, ropa o forma de interactuar lo que, al final del día marcará la diferencia si la sociedad al dirigirse a ti utiliza pronombres femeninos o masculinos.
Es aquí donde encuentro un espacio con un tema del que hablar, pues siendo parte de la comunidad LGTB+ como mujer bisexual, una de las etapas más importantes para mi deconstrucción patriarcal fue al estar en una relación con una mujer. Identifiqué mejor que nunca de qué manera había aprendido a “ser la novia de alguien” y ver que cosas como: quien recoge a quien, quien toma la iniciativa, como realmente me gusta que me toquen… son parte del rol que he tomado por default con referencias de familia, sociedad, películas, canciones, medios de comunicación… me dí cuenta que por primera vez me estaba enfrentando de la manera más cruda al rol que aprendí y que esto no solo me limitaba sino que mis relaciones hasta aquel entonces habían sido con lo que se esperaba de mí en función a “lo que debo ser”, en vez de lo que realmente quiero y deseo.
Ya lo dice Judith Butler en El género en disputa, donde en su teoría de la performatividad de género cuestiona la aparente naturalidad del sistema binario sexo/género y analiza sus efectos en términos de poder. A grandes rasgos Butler propone que, en el sistema binario dominante, el género es creado a través de una serie de actos desplegados mediante categorías como "hombre" o "mujer". Desde esta perspectiva el género no es una verdad incuestionable e interna sino un fenómeno que se produce y reproduce constantemente o como también lo indicó Simone de Beauvoir “No se nace mujer, se llega a serlo”.
Vivimos en una sociedad con “normas de género” es decir, reglas (casi casi con guión) donde nos comportamos y vestimos de manera que se pueda consolidar la impresión de ser un hombre o una mujer. Esto detona que cuando una mujer se corta mucho el pelo a lo que socialmente se considera como “de más”, se dice que “quiere ser hombre” sin considerar que aunque se identifique como mujer, la expresión de género con la que se siente cómoda no es la normativa.
Para concluir, es más fácil sacar a la persona del patriarcado que el patriarcado de la persona. La deconstrucción representa un proceso minucioso y complicado pero siendo parte del movimiento feminista y de la comunidad LGTB+ representa un camino para vivir de manera más auténtica y libre. Judith Butler y Simone de Beauvoir son solo algunas de las autoras más famosas que se han sumergido en lo que representa convertirse en hombre y mujer, cada uno de sus escritos son un regalo para ver la sociedad con un criterio más amplio y nos impulsa a vivir orgullosamente desde nuestra verdadera esencia.
Es importante mencionar que ser parte de la comunidad LGTB+ no te exime de tener machismo internalizado, así como ser feminista no te exime de tener pensamientos homofóbicos, bifóbicos y trasfóbicos. A cada quien le toma un ritmo y tiempo distinto pero lo más importante es ponerse los lentes del respeto y tener la disposición de escuchar interna y externamente. Ser parte de la comunidad no implica que dedicas tu vida a la deconstrucción pero te expone a situaciones donde tienes la oportunidad casi forzosa de enfrentar aquello aprendido desde la infancia, de manera que puedes decidir continuar con esos roles impuestos o cambiar para evolucionar.
Natalia L. González Cabañas
Biografía:
(Imagen 1) Recuperado de: https://media.revistaad.es/photos/60c75059ea3dbb18d63be6bb/master/pass/127646.jpg
Butler, J. (2009). Performatividad, precariedad y políticas sexuales. AIBR. Revista de Antropología Iberoamericana. (4)3, pp. 321-336.
Guzman, G. (2018) La teoría performativa de género de Judith Butler. Psicología social y relaciones personales. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/social/teoria-performativa-genero-judith-butler
Hochbaum, Z. (2022) “Privilegiados”: El feminismo y la deconstrucción de la masculinidad. Infobae. Recuperado de: https://www.infobae.com/opinion/2022/05/28/privilegiados-el-feminismo-y-la-deconstruccion-de-la-masculinidad/
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