31 de Marzo. Día Internacional de la Visibilidad Trans.
- 31 mar 2022
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Hola, ¿Cómo te llamas?
Hola tengo 17 años y soy trans; mi mamá me dice que soy muy joven para definirme.
Cuando estaba en secundaria a mi mamá le gustaba mucho que usara faldas, maquillaje, tacones, etc. Realmente yo nunca tuve un particular rechazo hacia esto; no me gustaba del todo usarlo porque me incomodaba físicamente (como a cualquier persona) pero mi mamá me decía: «la belleza cuesta». Cuando me veía al espejo, pensaba que, efectivamente, me veía muy bien. Los halagadores comentarios que me hacía la gente confirmaban que mal no me veía, pero por alguna razón, no conciliaba la comodidad pues algo dentro de mí me hacía sentir que aunque me veía bien, no me veía como quería verme.
En segundo de secundaria, estaba hablando con una amiga y discutimos un poco sobre la famosa frase de Glenda, el hijo de Chucky (en ocasiones me siento como niño y en otras como niña... ¿podría ser los dos?) y tanto mi amiga como yo coincidimos en que nos identificabamos con la frase. Hasta este punto, solo tenía algunos pensamientos de que hubiera estado muy padre que hubiera nacido siendo un niño, también, de vez en cuando tenía sueños en los que despertaba siendo un hombre. Todo esto lo tomé como algo sin relevancia, así que no llegué a realmente cuestionar mi género.
Cuando entré a la preparatoria, entré sabiendo que era bisexual y lo decía abiertamente. En segundo semestre decidí cortarme el cabello chiquito y fue ahí cuando pasó la parte más detonante para mi descubrimiento de género. Mis compañeros sabían que era lgbt, y como tenía el cabello corto, ellos (con su machismo sumamente arraigado) comenzaron a burlarse de mí llamándome con pronombres masculinos. Yo me hacía el enojado y actuaba como si me molestara, pero me gustaba tanto que me dijeran así que fue cuando verdaderamente cuestioné mi género.
Estando en la prepa, me acerqué con un amigo y le dije que creía que era género fluido así que me gustaría que me llamara con pronombres masculinos y femeninos. A las dos semanas de eso, llegó la pandemia y por fin tuve tiempo para mi y para conocerme; para mi suerte, tenía una novia con muchísima empatía que me acompañó bastante bien con mi proceso de descubrimiento. En noviembre del 2020, lo dije por primera vez: mis pronombres son he/him y soy un hombre trans. Yo tenía miedo de ser juzgado porque en mi familia hay mucha discriminación hacia la comunidad lgbt y se me había criado con esos estereotipos. Lo que más me daba miedo de salir de clóset como un hombre trans era que la gente me viera como una lesbiana, no es que tenga algo de malo, pero yo no soy una mujer y las lesbianas son mujeres, así que no quiero ser una lesbiana.
Actualmente me defino como una persona no binaria con pronombres mayormente masculinos, no me incomodan otros pronombres siempre y cuando no se haga con intención de ofender.
Ya conoces lo suficiente de mí, creo que ya es prudente comentar que mi nombre es Daniel Arturo. Mucho gusto.
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