Querida madre
- Natalia González C.
- 13 may 2021
- 1 Min. de lectura
Aunque pasen los años
mis ojos siguen llorando
ellos lloran por los recuerdos
memorias como la de aquel día
ese evento en el que tu impulso fue más grande que tu lógica
aquel día en el que justificaste el golpe por la desobediencia
Querida madre, en mis ojos hay lágrimas
pero en mis recuerdos no hay rencor
lo que viaja por mis mejillas es agua que fluye
y fluye para sanar
Aquellos golpes son tu responsabilidad, pero no tu condena.
Lamentablemente nuestro legado disfuncional es fuerte
y superarlo complicado
sin embargo, tu tomaste tus decisiones y ahora, yo tomaré las mías
Aquellos vestiditos color rosa ya me quedan pequeños
la niña ha crecido, aprende día a día.
Infancia no es destino y con esfuerzo
dejaré atrás al papel de víctima y victimario
Querida madre, diste lo que tenías para dar
agradezco tus enseñanzas
pero es mi momento de caminar.
Elijo no darle de comer a mis heridas
elijo dejar el pasado en el pasado
para tal vez
algún día
recordar y no llorar.
N.G.C.
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